Biografía
Josep Guinovart i Bertran
(1927 – 2007)
Desde muy joven comienza en el taller familiar como pintor de paredes, oficio que reivindica posteriormente en alguna de sus obras. Ingresa en la Escuela de Maestros Pintores, en la Escuela de Artes y Oficios y asiste a clases en el FAD. En 1953, gracias a una beca del Estado francés, se va a París, donde conoce a fondo la obra de Cézanne y Matisse, los cuales, junto a Miró y Gaudí, serán sus influencias más importantes.
En 1954, junto con otros artistas, funda el efímero grupo Tahull, que aglutina a los creadores de la vanguardia de aquellos años. Participa en la 1a Bienal hispanoamericana de Arte, Madrid (1951), en la 9a Trienal de Milán (1951), en la 1a Bienal de Alejandría (1955) en las Bienales de São Paulo (1957 y 1959), y en las Bienales de Venecia (1952, 1958 y 1962).
En su primera etapa pinta temas simples de carácter popular, tratados con una extraordinaria calidad de dibujo y un sorprendente sentido del color, que más tarde adquirirá a menudo una intención social. Poco a poco va abandonando la representación y configura un nuevo universo en el que la materia y los elementos se convierten en su lenguaje.
Josep Guinovart, figura poliédrica, dejó su huella en otros muchos campos más allá de lo puramente pictórico: en el mundo de la escultura, la obra gráfica, el teatro, la arquitectura, el tapiz…
Durante su dilatada trayectoria recibió los premios y distinciones más relevantes en el mundo de las artes, tales como el Premio Nacional de Artes Plásticas del Gobierno de España (1982) y del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña (1990); la Cruz de San Jordi del Consejo Ejecutivo de la Generalitat de Cataluña (1983); caballero de la Orden de las Artes y las Letras del Ministerio de Cultura de la República francesa (1984) y Académico de Honor nombrado por la Real Academia Catalana de Bellas Artes de Sant Jordi (2006).
En 1994, gracias a la insistencia del entonces alcalde de Agramunt, Josep Huguet, se inaugura la Fundació Espai Guinovart Agramunt, espacio donde Guinovart recoge sus recuerdos de la villa ligados a sus raíces y a sus recuerdos de guerra.
Trabajador infatigable, murió el 12 de diciembre de 2007, pincel en mano, dejando un importantísimo legado de obras que se pueden ver en numerosos museos y centros de arte de todo el mundo.